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International Encyclopaedia
of the Histories of Anthropology

Robert Lehmann-Nitsche y la enseñanza de la antropología en Argentina (1905-1930)

Lena Dávila

Universidad de Buenos Aires (UBACyT 593 BA), Sociedad Argentina de Análisis Filosófico (SADAF)

2022
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Dávila, Lena, 2022. “Robert Lehmann-Nitsche y la enseñanza de la antropología en Argentina (1905-1930)”, in BEROSE International Encyclopaedia of the Histories of Anthropology, Paris.

URL BEROSE: article2624.html

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Published as part of the research theme «Anthropology of the South American Lowlands», directed by Isabelle Combès (IIFEA / CIHA, Santa Cruz de la Sierra / TEIAA Barcelona), Lorena Cordoba (CONICET/UCA, Buenos Aires / CIHA, Santa Cruz de la Sierra) and Diego Villar (CONICET/UCA, Buenos Aires / CIHA, Santa Cruz de la Sierra)

Abstract: This paper examines the role of German anthropologist and physician Robert Lehmann-Nitsche in the teaching of anthropology at the University of Buenos Aires. His contributions in this university are examined from the beginning of his career, through his tenure as professor of the country’s first anthropology chair, to his retirement and return to Germany in 1930. His biography, field trips and scientific production are briefly examined in order to place his teaching activities within the framework of his scientific-academic activities. Finally, we explore the anthropologist’s own perspective on his role as a teacher and the value of higher education, expressed in one of his last publications. At the methodological level, we analyse the programmes of the free courses in anthropology and paleoanthropology intertwined with those of the courses in anthropology he was responsible for from 1905 to 1929, scientific publications he authored, personal correspondence, administrative documents, and journalistic articles of the time, collected in various archives in Argentina and abroad.

Los estudios sobre la vida y obra de Robert Lehmann-Nitsche

Desde hace varias décadas la figura del antropólogo y médico alemán Robert Lehmann‑Nitsche ha sido tema de interés de distintos estudiosos. En un primer grupo están los trabajos de Fernando Márquez Miranda (1939), José Torre Revello (1945), Eduardo María Suárez Danero (1962), Julián Cáceres Freyre (1972) y Mario E. Teruggi (1997), que examinaron por primera vez su vida y obra desde perspectivas tendientes a engrandecerlo, obviando los aspectos conflictivos y ambiguos de su trayectoria. Sus relatos se enfocaron en mostrar los méritos de Lehmann-Nitsche –y de otros personajes distinguidos de la época– como productos de hazañas individuales, sin tener en cuenta las redes de relaciones sociales en las cuales se insertaban. [1] De este conjunto de obras, posiblemente la que más destaca es la de José Torre Revello, que reúne prácticamente todas las publicaciones del antropólogo. [2]

En un segundo grupo se encuentran trabajos desarrollados en las últimas cuatro décadas que, desde diferentes perspectivas, han abordado la biografía, la producción científica y las actuaciones de Lehmann-Nitsche. Entre éstos se destacan los aportes de Patricia Arenas (1991), Santiago Bilbao (2004), Irina Podgorny (2007), Farro (2008 y 2009), Gloria Chicote (2007), Miguel García y Gloria Chicote (2008), Inés Yujnovsky (2010), Alejandro Martínez (2010), Carlos Masotta (2011), Marisa Malvestitti (2012), Diego Ballestero (2013 y 2018), Lena Dávila (2011; 2017; 2020), María Agustina Morando (2019) y Barbara Göbel (2020), entre otros. Estos autores han analizado aspectos de la obra y rol de Lehmann-Nitsche en el marco del interés por los aportes de los estudiosos germano-parlantes a las antropologías argentinas; la formación, institucionalización, profesionalización y consolidación de las prácticas antropológicas locales; la creación de los museos antropológicas; las redes tejidas entre instituciones y personas; los viajes y misiones científicas a lo ancho y largo del territorio argentino; el papel de la fotografía; los vínculos con los pueblos originarios y la creación de reducciones indígenas; las controversias y polémicas en las que estuvo involucrado (Dávila, 2015a; 2018a; 2020; 2021), por sólo mencionar algunos de los temas abordados.

Robert Lehmann-Nitsche: breve reseña de su vida

Paul Adolf Robert Lehmann-Nitsche (ver figura 1) nació el 9 de noviembre de 1872, en Radonitz, provincia de Posen, Prusia. Hijo de Adolf Lehmann-Nitsche y de Ida Stephan, pasó la mayor parte de su infancia en esta ciudad señorial y en Jozanowo, donde su familia tenía otra propiedad. Más tarde lo acogió la ciudad de Bromberg, donde realizó el Gymnasium –equivalente a la formación secundaria– y se preparó para el ingreso a la universidad. Según Danero (1962), la buena posición socio-económica de su padre le permitió dedicarse exclusivamente a sus estudios y optar por una carrera prestigiosa vinculada a las ciencias naturales. En esta época en Alemania, quienes escogían realizar este tipo de formación –así como en letras y artes– solían tener garantizada su situación económica y, en consecuencia, podían dedicarse a profesiones que ofrecían principalmente capital cultural (Proctor, 1988; Massin, 1996). En Argentina ocurría algo similar, ya que no abundaban los puestos rentados para antropólogos. Incluso muchos de los estudiosos de renombre de la época se dedicaron a la antropología solo porque eran miembros de la élite y tenían garantizada su subsistencia como resultado de la empresa familiar (Dávila, 2017).

Lehmann-Nitsche prosiguió sus estudios en la Universidad Ludwig Maximilian de Munich. El 23 de julio de 1893 obtuvo el título de Doctor en Filosofía, con la disertación de la tesis Beiträge zur physischen Anthropologie der Bajuvaren: über die langen Knochen der südbayerischen Reihengräber Bevölkerung (Contribuciones a la antropología física de los bávaros: sobre los huesos largos de las tumbas renanas de la población de Baviera del Sur). Por este trabajo recibió en 1897 el premio Ernest Godard, otorgado por la Sociedad Antropológica de París. El 12 de marzo de 1897 consiguió el doctorado en Medicina, con la tesis Beiträge zur prähistorischen Chirurgie nach Funden aus deutscher Vorzeit (Contribuciones para la cirugía prehistórica según hallazgos de la antigüedad alemana).

Una formación como médico era común entre los antropólogos alemanes de la época. Así lo demuestran los casos de Rudolf Virchow (1821-1902), Adolf Bastian (1826-1905), Johannes Ranke (1836-1916), Felix von Luschan (1854-1924), Ludwing Woltmann (1871-1907), entre otros. La antropología era concebida como una ciencia dedicada al estudio comparativo de la anatomía y la fisiología de la especie humana y más específicamente de sus variedades o “tipos raciales”. Como señala Robert Proctor, el foco estaba puesto en distinguir cuáles eran los caracteres físicos propios de cada uno de estos tipos “a través de mediciones detalladas de los huesos del cuerpo [especialmente del cráneo y la pelvis], de la coloración de la piel, ojos, o pelo” (1988: 142. La traducción es mía). Según el autor, este predominio de la antropología física (y su distinción respecto de la etnología) entre mediados del siglo XIX y parte del siglo XX se explica por su consideración como sub-disciplina de la medicina. En el caso de Lehmann-Nitsche, como se verá más adelante, a partir de 1910 comenzaron a mermar considerablemente sus publicaciones sobre antropología física. No obstante, podría considerarse que su formación en medicina, unida a esta concepción de la antropología, tendrá peso a lo largo de toda su vida y se expresará hasta el final de sus días en la cátedra universitaria.

En 1897 en Argentina, Herman ten Kate (1858-1931) oficializó su renuncia al puesto de encargado de la sección antropológica del Museo de La Plata y partió rumbo a Europa para dirigir el Museo de Leiden. En julio de este mismo año, Lehmann-Nitsche llegó al país para hacerse cargo de forma inmediata de la sección, contratado por Francisco P. Moreno (1852-1919) –director del Museo de La Plata– y recomendado este último por Rudolf Martin (1864-1925). La sección de arqueología y etnografía también quedó bajo la responsabilidad de Lehmann-Nitsche hasta 1906. Este año el Museo se incorporó a la estructura de la Universidad Nacional de La Plata y la sección de arqueología y etnografía pasó a manos de Samuel Lafone Quevedo (1835-1920).

Lehmann-Nitsche rápidamente se insertó en una compleja red de relaciones entre personas e instituciones e inició sus propias investigaciones. Desde su llegada al país participó en congresos científicos internacionales, dando a conocer los resultados primero en breves comunicaciones y luego en artículos publicados mayormente en la Revista del Museo de La Plata, Anales del Museo de La Plata y en revistas alemanas. Como muestran Juliane Dillenius (1894-1949) [3] y Torre Revello (1945), su producción científica fue muy prolífera. La primera elaboró con “toda minuciosidad” un manuscrito de la “bibliografía íntegra y exacta” del ya fallecido Lehmann-Nitsche. El documento, que enumera un total de 264 obras (y no incluye los programas de cátedra), fue enviado al Museo de La Plata el 28 de marzo de 1939 con la expresa solicitud de que fuera publicado sin modificaciones de ningún tipo. Dillenius incluso se ofreció para corregir las pruebas de imprenta. [4] Por su parte, Torre Revello (1945) contabiliza un total de 375 escritos, entre artículos científicos, libros y los programas de los cursos de antropología de la Facultad de Filosofía y Letras (FFyL) de la Universidad de Buenos Aires (UBA).

A lo largo de su vida, Lehmann-Nitsche fue reconocido por colegas e instituciones argentinas y del exterior, por sus aportes no sólo a la investigación sino también a la educación. Se destacan la distinción como caballero por la Orden del Águila Roja (Alemania), la condecoración de la Orden de San Estanislao (Rusia) y las Palmas Académicas de Officier primero y Officier de l´Instruction Publique después (Francia). La Junta de Historia y Numismática (Argentina), de la cual era miembro, lo honró con una medalla de plata y lo homenajearon con el Busto del Libertador (Venezuela). [5] La Academia de Ciencias de Córdoba (Argentina) lo nombró miembro activo, [6] mientras que la Real Academia de Madrid y la Real Academia de Santiago de Compostela lo distinguieron con sus insignias. Ya en los últimos años, la Universidad de Hamburgo (Alemania) le otorgó el título de Doctor Honoris Causa en Filosofía en 1925, la Universidad de Tucumán lo nombró miembro honorario en 1929 y la Universidad de Buenos Aires lo honró en 1933, como se muestra más adelante. [7] Según Dillenius, “fue miembro ya de número, ya honorario, ya fundador de nuestras mejores instituciones científicas” y alrededor de “45 instituciones científicas de todo el mundo lo nombraron ya miembro corresponsal ya honorario”. [8]

Fig. 1
Retrato de Robert Lehmann-Nitsche, 1912
Fuente: IAI-LRLN, Carpeta N-0070 s 99

Viajes al campo y producción científica

Lehmann-Nitsche no realizó numerosos viajes ni pasó largas estancias en el campo como sí lo hicieron naturalistas, exploradores, estudiosos y/o colegas contemporáneos. Durante sus más de treinta años en el país recorrió la provincia de Buenos Aires, realizó algunos viajes a la Patagonia, al Noroeste y Nordeste argentino, donde se puso en contacto con miembros de los pueblos originarios. La información escrita, fotográfica y grabada relevada le sirvió de insumo para numerosos artículos, algunos de los cuales fueron publicados muchos años más tarde de realizados los viajes (Lehmann-Nitsche, 1907; 1910; 1916a; 1916b;1916c; 1916d; 1924a; 1924b; 1925; 1926a; 1926b; 1927a; 1927d).

En 1902 aprovechó las vacaciones de verano y se embarcó rumbo a Tierra del Fuego (ver figura 2), [9] con el objetivo de estudiar principalmente a los selk´nam y otros habitantes originarios de la zona. Allí visitó la misión salesiana de Río Grande y algunos parajes. Los veranos de 1915 y 1916 los pasó en Río Negro, recorriendo Valcheta, Primera Angostura y Colonia Frías, entre otros lugares. En esta ocasión se dedicó principalmente a estudiar el vocabulario “puelche”, el mapuzugun, así como la mitología y las concepciones astronómicas de estos pueblos (Lehmann-Nitsche, 1919a; 1919b).

Fig. 2
Robert Lehmann-Nitsche en Tierra de Fuego
Fuente: IAI-LRLN, Carpeta N-0070 s 66

En 1906 pasó una quincena de días en Jujuy, en el ingenio La Esperanza junto con Carlos Bruch (ver figura 3). Producto de este viaje publicó en 1907 “Estudios antropológicos sobre los Chiriguanos, Chorotes, Matacos y Tobas (Chaco occidental)” y en 1910 “Vocabulario chorote o solote”. En 1921 volvió a realizar trabajo de campo en los ingenios, esta vez en Ledesma –uno de los más importantes establecimientos azucareros del país– y en Orán (Lehmann-Nitsche 1923a; 1923b; 1924a). En julio de 1924 arribó al Chaco, en un contexto de extrema violencia estatal contra los pueblos originarios Qom y Moqoit, que desencadenó en la llamada masacre de Napalpí. [10]

Fig. 3
Robert Lehmann-Nitsche en el ingenio La Esperanza
Fuente: AHMLP, ARQ-002-009-0005

Es importante destacar que el conjunto de estas incursiones por el territorio argentino fueron posibilitadas por una compleja red de contactos personales que facilitaba los traslados, el alojamiento, espacios adecuados para realizar estudios antropométricos y montar cámaras fotográficas, entre otros. Una vez en el terreno, también se aprovechaban los vínculos con los anfitriones –generalmente vinculados a las familias más influyentes de la región– y de los lugareños, quienes oficiaban de guías, traductores de lenguas nativas e informantes.

La provincia de Buenos Aires [11] y sus ciudades fueron también para Lehmann-Nitsche espacios de investigación antropológica. Visitó la cárcel cuando examinó a Amadeo Bezzi (Lehmann-Nitsche, 1904b) y el correccional de mujeres “Asilo del Buen Pastor” –donde realizó estudios antropométricos sobre un grupo de mujeres y niños takshik alojados allí temporalmente (Lehmann-Nitsche, 1904a), También asistió a la Exposición Nacional de Buenos Aires para estudiar a los indígenas selk´nam traídos desde Tierra del Fuego (Lehmann-Nitsche, 1916a). Según Malvestitti (2012), en 1925 realizó un viaje a las Sierras de Cura Malal con el propósito de encontrar indígenas que hablaran las lenguas nativas. A modo de síntesis puede afirmarse que la prisión, los hospicios, [12] los ingenios azucareros, las misiones religiosas y las reducciones de indígenas, en tanto lugares de disciplinamiento social, fueron concebidos por Lehmann-Nitsche y los antropólogos de la época como lugares privilegiados de acceso al conocimiento. Como se sostuvo en un trabajo anterior, el “sometimiento y explotación en la que se encontraban los indígenas en tales espacios hizo de sus cuerpos y culturas bienes asequibles a la antropología. En este sentido, la extrema desigualdad entre estudioso-estudiado se convirtió en condición de posibilidad de la investigación” (Dávila, 2021: 56).

La publicación de Textos Eróticos del Río de La Plata [13] evidencia también que los burdeles, tabernas, baños públicos y cualquier otro lugar del bajo fondo del Buenos Aires de entre siglos –especialmente de los alrededores de La Plata y de la Ciudad de Buenos Aires– fueron concebidos por el antropólogo como espacios excepcionales para la obtención de información. De hecho, la obra folklórica de Lehmann-Nitsche fue el resultado de la recopilación de una gran cantidad de datos y materiales que inició alrededor de 1900. A partir de su correspondencia personal se desprende que, durante las primeras décadas del siglo XX, solicitó informes sobre Santos Vega, [14] versos populares, [15] frases y leyendas selk´nam, [16] gramática y vocabulario quichua, cuestiones astronómicas, [17] entre otros temas. En Adivinanzas Rioplatenses Lehmann‑Nitsche sostiene que comenzó el relevamiento sobre temas folklóricos entre sus amigos y conocidos de La Plata y Buenos Aires. Empero, rápidamente se dio cuenta de la necesidad de ampliar las colaboraciones, por lo que publicó un llamado en el periódico Argentinisches Tageblatt con la esperanza de que “la gente del campo de habla alemana, como estancieros, mayordomos, capataces, jardineros, etc.” se comunicaran con él (Lehmann-Nitsche, 1911: 19). [18] Afortunadamente su solicitud tuvo muy buena recepción y le escribieron habitantes de todo el país. Entre las contribuciones más importantes de Lehmann-Nitsche al folklore, se puede mencionar la formación de la Biblioteca Criolla. Ésta consiste en una colección de más de dos mil folletos de distinto género y procedencia, editados entre 1880 y 1925 mayormente en Argentina y Uruguay, así como en Chile, Perú y Bolivia. Se destaca, además, el conjunto de siete títulos que conformaron la colección Folklore Argentino (Lehmann-Nitsche, 1911; 1914; 1916e; 1916f; 1917; 1919c; 1928) y las mitologías sudamericanas compuestas por un total de veintiuno artículos publicados entre 1919 y 1938. Según la terminología que el autor usara, se incluyeron trabajos sobre los puelches (1919a; 1919b); araucanos (1919a; 1930a; 1930b); tobas (1923b; 1925); matacos (1923b); mocovíes (1924a; 1927a); chiriguanos (1924b), guaraníes (1936), entre otros. Finalmente, pueden mencionarse las contribuciones de Lehmann-Nitsche al estudio de la historia de los primeros alemanes en el Río de La Plata (Lehmann-Nitsche, 1909; 1915; 1926c; 1927c).

La Facultad de Filosofía y Letras y la enseñanza de la antropología

La Facultad de Filosofía y Letras (FFyL) fue creada en 1896, convirtiéndose en la cuarta sede de la Universidad de Buenos Aires (UBA). El primer plan de estudios, sancionado el 27 de mayo de 1896, consistía en un total de cuatro años: tres para la licenciatura y uno más para obtener el título de Doctor en Filosofía y Letras. Además, el plan estaba conformado por cursos regulares con exámenes obligatorios y cursos libres que variaban año tras año. [19] Este plan fue modificado tres años más tarde, incorporándose una serie de nuevos requisitos para el ingreso a la facultad, más la división de los cursos en generales y especiales. También se agregó un año más con el propósito de incluir las lenguas clásicas y un curso de arqueología. Los estudiantes de los cursos especiales podían elegir entre siete u ocho materias del área de filosofía, historia o literatura, más el curso de ciencias de la educación. Una vez aprobados los cursos especiales, los estudiantes obtenían el título de Profesor en Filosofía, Literatura o Historia, según el área de estudios elegida, mientras que, con la aprobación de los cursos generales y la realización de una tesis, accedían al título de Doctor en Filosofía y Letras (Buchbinder, 2005).

La FFyL no sólo otorgó a la antropología un lugar destacado, [20] sino que puede considerarse pionera a nivel mundial en cuanto a la enseñanza universitaria de la disciplina. Esto se manifestó principalmente en 1898 con la conformación de la cátedra de arqueología americana a cargo de Samuel Lafone Quevedo (1835-1920), la realización de una serie de cursos libres dictados por Lehmann-Nitsche entre 1903 y 1904 y la creación en 1905 de una de las primeras cátedras de antropología del mundo (Lehmann‑Nitsche, 1921; Torre Revello, 1945). [21] En palabras de Lehmann-Nitsche:

Vuelto de Europa, fui sorprendido con la fausta nueva que el Doctor Norberto Piñero pensaba asegurar para el porvenir la enseñanza de la antropología en la Facultad de Filosofía y Letras y que yo estaba designado candidato para la primera cátedra sudamericana de esta ciencia, aún no oficialmente reconocida en la mayoría de los países europeos (Lehmann-Nitsche, 1921: 441).

Lehmann-Nitsche desempeñó un papel clave en las aulas de esta casa de estudios. A fin de profundizar esta cuestión, pocas veces abordada, en los apartados siguientes se realiza un recorrido por su trayectoria en este espacio universitario.

Los cursos libres de antropología y paleoantropología

Hacia fines de 1902, Rodolfo Rivarola (1857-1942) –profesor titular de la cátedra de filosofía y futuro decano de la FFyL– le comunicó a Lehmann-Nitsche que, por falta de quórum, la sesión del consejo directivo no había podido tratar el pedido de autorización y el correspondiente programa del curso de antropología propuesto a tal facultad. Según Rivarola, “[l]a minoría se informó con mucho afán de su propósito, pero consideró que por diversas circunstancias de orden interno y aun para la mejor asistencia a sus conferencias, era preferible que usted comenzara en marzo próximo”. [22] Ya en 1903 se concretó la realización de este primer curso libre de antropología, que consistió en una serie de conferencias abiertas a toda la comunidad. [23] Los periódicos locales no tardaron en comunicar la noticia. El diario La Prensa dedicó varios números a las conferencias pronunciadas por el antropólogo en la sección “Noticias Universitarias”. [24] Asimismo, la reconocida revista Caras y Caretas destacó la buena repercusión que había tenido el curso y la asistencia de un “numeroso auditorio tan preparado como distinguido”. [25]

El curso se desarrolló en ocho conferencias, a razón de una por semana, entre el 25 de septiembre y el 15 de noviembre. En cuanto al programa, éste se apoyó en la clasificación de Emil Schmidt, [26] para quien la antropología consistía en el estudio comparativo del género humano. Además, se abordaron nociones básicas de antropología física, con foco en el examen de los caracteres somáticos considerados como “típico[s] de la raza”: pigmentación de la piel; de los ojos, orejas; altura y proporciones corporales según las “razas humanas”, características craneales; etc. Durante la última conferencia, realizada en el Museo de La Plata, se trataron cuestiones relativas al hombre fósil y actual argentino (Lehmann-Nitsche, 1921). Al finalizar el curso se obsequió a los presentes una fotografía en formato postal, tomada por el propio Lehmann-Nitsche en su viaje a Tierra del Fuego tan sólo un año antes (1902). En la parte inferior de la imagen se incluyó el siguiente texto: “Indio Ona. Rio Grande de la Tierra del Fuego. Rep. Argentina. Caso típico de Ojo Mongólico. Recuerdo del Curso Libre de Antropología dado en los meses de Setiembre, Octubre y Noviembre de 1903 en la Facultad de Filosofía y Letras de Buenos Aires. Por el Dr. R. Lehmann-Nitsche”. [27] A continuación se muestra la misma postal, sin la inscripción mencionada y posiblemente comercializada por Roberto Rosauer, uno de los más importantes editores de tarjetas postales de la época (ver figura 4).

Fig. 4
Indio Ona
Colección propia

Al terminar el curso, Miguel Cané (1851-1905) –entonces decano de la FFyL– le manifestó a Lehmann-Nitsche la decisión de ampliar el acervo de la biblioteca con obras vinculadas con las temáticas abordadas. En sus palabras:

En el deseo de hacer de la biblioteca de esta Facultad, un instrumento de trabajo a la altura de las necesidades actuales de la enseñanza superior, le ruego tenga la bondad de remitirme una lista, lo más completa que le sea posible, de las obras referentes a la materia sobre la que versaron las interesantes conferencias con que honró nuestra casa y que a su juicio sean necesarias para el estudio fundamental de la misma. En cuanto sea posible, en lo que toca a las obras no escritas en idiomas latinos, agradecería se indicaran las traducciones que de ellas existen en francés, italiano o español. Sería muy conveniente, también, la indicación de la edición que, según su criterio, sea la preferible. [28]

Cané también celebró el papel docente del antropólogo en el discurso pronunciado en el acto de transición del decanato:

Por primera vez se ha hablado en nuestras aulas universitarias de antropología. Ha cabido ese honor al sabio profesor Lheman-Nitsche [sic], que, con rara autoridad y competencia, ha iniciado el estudio de las razas humanas a la luz de los últimos resultados obtenidos para la investigación científica. También esas conferencias han sido dignas del más reputado centro de cultura y por ellas envío a su autor nuestra congratulación y agradecimiento. […] De esta manera, pues, señores, que por primera vez en esta América que empieza a deletrear los signos de ese alfabeto de la alta cultura, hasta hace poco mudo para ella, se ha ofrecido á [sic] los espíritus inclinados al estudio de la historia estos tres instrumentos únicos y admirables de investigación: la filología, la antropología y la arqueología. Sin esas bases no se edifica hoy nada sólido en la reconstitución del pasado; debemos hacer todo lo que esté en nuestro poder, para radicar esos estudios en esta Facultad, incorporándolos definitivamente a nuestro plan. [29]

En 1904 Norberto Piñero (1858-1938), nuevo decano de la FFyL, solicitó a Lehmann‑Nitsche que dictara un segundo curso libre, dedicado esta vez a la paleoantropología. [30] El diario La Prensa difundió el evento: “[e]l miércoles a las cuatro de la tarde, el doctor Roberto Lehmann-Nitsche inaugurará su curso libre de paleoantropología, en la Facultad de Filosofía y Letras. La entrada es libre tanto para los alumnos de la facultad como para los particulares”. [31] En este caso el programa se desarrolló durante nueve conferencias, durante las que se abordaron los siguientes temas: la definición de paleoantropología; las nociones claves de la geología de la época cuaternaria europea; la época glacial, la fauna y flora de este período; la industria lítica y paleolítica; la clasificación de tales objetos según diferentes escuelas y el examen comparativo de cada una de las clasificaciones propuestas; los caracteres somáticos y la parte psíquica del hombre fósil europeo, con foco en el Neanderthal y las “razas” de la época cuaternaria europea; la formación pampeana –paleogeografía, paleofitología y paleozoología–, y las particularidades del hombre fósil argentino, los restos humanos hallados en Arroyo Frías, Fontezuelas, Arroyo Chocón, entre otros lugares del territorio nacional, así como el problema del Pithecanthropus erectus. La última parte del curso se centró en la comparación de los restos del hombre extinguido y actual, el repaso de las teorías de Charles Darwin y del alemán Ernst Haeckel. [32] A fin de favorecer la comprensión de los asistentes, Lehmann-Nitsche incluyó proyecciones luminosas, mostró materiales paleontológicos y geológicos durante las conferencias.

La oficialización de la primera cátedra de antropología de Argentina

El 11 de septiembre de 1905, por orden del Poder Ejecutivo Nacional, Lehmann‑Nitsche fue designado profesor titular de la primera cátedra de antropología de Argentina y, según él mismo afirmó años después, de la primera a nivel sudamericano (Lehmann‑Nitsche, 1921). Lehmann‑Nitsche conservó su cargo hasta 1929 inclusive y dictó clases de manera continua, salvo por algunas pocas interrupciones. [33] Luego de su jubilación, regresó a Alemania junto a su familia, donde continuó con sus investigaciones.

Pese a los esfuerzos iniciados a fines del siglo XIX por distinguir los intereses amateurs y/o comerciales de los intereses científicos, la antropología aún no había logrado profesionalizarse por completo. El reconocimiento del que gozaban algunos espacios –como el Museo de La Plata o el Museo Etnográfico de Buenos Aires– así como algunas personas –como el propio Lehmann‑Nitsche– no implicaba un alto grado de institucionalización de la antropología. Hacia inicios del siglo XX eran muy pocas las instituciones académicas que habían dado a la antropología el estatus de cátedra. Desde esta perspectiva, el nombramiento de Lehmann‑Nitsche como profesor titular puede considerarse como un muy importante antecedente para la enseñanza de la antropología a nivel universitario. [34] Es probable que, para este entonces, la principal fuente de ingresos de Lehmann-Nitsche continuara siendo el Museo de la Plata. No obstante, su designación como profesor titular de la primera cátedra de antropología a nivel sudamericano le proporcionó algo que no podía evaluarse en términos monetarios: reconocimiento, prestigio y la posibilidad de ampliar su red de vínculos científico-académicos.

Con la designación oficial de Lehmann-Nitsche, el curso de antropología dejó de ser “libre”, para convertirse en una asignatura obligatoria del tercer año de la carrera. El programa se enfocó en el estudio de la “antropología física de las razas humanas” y buscó trasmitir la materia desde el punto de vista del naturalista. Se dividió en nueve unidades cuyos temas fueron abordados en una serie de conferencias en las que se trataron los siguientes temas:

  • Definición de antropología. Diferentes modos de aplicar este término que llega a significar “Historia natural del hombre”. Resumen histórico de tal “Historia natural”. 
  • Sistemas modernos de la división de la antropología y su valor. Sistema del conferenciante: Antropología zoológica y antropología de las razas humanas, cada una dividida en física, psíquica y social. “Antropología física de las razas humanas”, el tema del presente curso.
  • Pigmento a) de la piel. Estructura microscópica de ésta. Pigmento del corión, del epidermis. Significación de “color” y “dibujo”. Cantidad de pigmento según la edad, el individuo, la raza. Albinismo, melanismo. Clasificación de las razas humanas según el pigmento.
  • Pigmento b) del pelo, y los diferentes tipos de pelo. Estructura microscópica de éste. Pelo fetal, pelo definitivo. Hipertriquía. Clasificación de las razas según el pelo. Correlación entre el pigmento de la piel y el pelo.
  •  Talla del cuerpo según la edad, el sexo, el individuo, la raza. Gigantes, enanos. Sus dos tipos. Clasificación de las razas humanas según la talla.
  • Proporciones del cuerpo; su demostración métrica y gráfica por medio de diferentes sistemas. Su valor para la clasificación de las razas humanas. Correlación entre la talla y las proporciones del cuerpo.
  • Cabeza a) cráneo. Elementos de anatomía. Estudio especial del cráneo: craneología (craneoscopía y craneometría). Diferentes “tipos” de cráneos debidos a la edad, el sexo, al individuo, al medio, a la raza. Historia y errores de la craneología. Su valor para la clasificación de las razas humanas. 
  • Cabeza b) partes blandas. Ojo. Estructura anatómica. Pigmento del iris. Pliegue “mongólico”. 
    Nariz. Estructura anatómica. Diferentes tipos. Boca. Estructura anatómica. Diferentes tipos. 
    Oreja. Estructura anatómica. Diferentes tipos. Correlación entre el cráneo y las partes blandas para representar la “fisonomía”.
  • Conclusiones. Diferentes sistemas de clasificación del género humano. Unidad y pluralidad. Monogenismo y poligenismo. Importancia de los caracteres psíquicos (idioma, cultura) y sociales para reflejar los caracteres físicos del género humano. [35] 

El conjunto de los programas de la asignatura estuvieron atravesados por una concepción de la antropología como antropología física. En palabras de Lehmann‑Nitsche la antropología era la ciencia que:

[A]plica su doctrina a la naturaleza corporal e intelectual del género humano; se extiende, pues, a la formación física o somática, es decir del cuerpo, y a la formación étnica que comprende la acción social y la aparición intelectual del género humano.
Mientras la última encierra muchas y variadas disciplinas como la etnografía, la etnología, la arqueología, la prehistoria, la lingüística, etc., que, a su vez, forman otras tantas ciencias independientes, la primera, la antropología física, forma la antropología propiamente dicha (Lehmann-Nitsche 1899: 124. El resaltado es mío).

En cuanto a los exámenes, Lehmann-Nitsche propuso evaluar conocimientos acerca de cuatro ejes principales: pigmento de la piel, caracteres del pelo, talla del cuerpo y elementos de craneología. Para la realización de tesis fueron sugeridos los siguientes tópicos: pliegue mongólico, anatomía de la oreja y proporciones del cuerpo según el método gráfico. [36]

La cátedra de antropología entre 1906- 1929

Según Lehmann-Nitsche:

La nueva tarea –enseñar una materia no representada todavía en universidades argentinas– obligaba a su representante a perfeccionar continuamente el programa respectivo. Por consiguiente, para el año siguiente (1906), busqué ante todo definir lo más exacto posible, con términos bien adecuados, el objeto de la antropología y sus divisiones de ahí resultantes.
Respecto a la definición de la antropología, dije en el programa para 1906 lo siguiente: antropología, el estudio físico y psíquico del género humano bajo el punto de vista comparativo (comparación de los demás vertebrados, comparación de las razas humanas entre sí) (Lehmann-Nitsche, 1921: 442).

Desde esta perspectiva, y tal como había afirmado en trabajos previos, la antropología tenía como objeto estudiar el lugar ocupado por el hombre en relación con el reino animal. Pero, además, debía ocuparse de la comparación de los hombres entre sí, es decir de las “razas” o “variedades humanas” (Lehmann-Nitsche, 1899). Asimismo, el programa de 1906 partió de la definición de antropología ya mencionada, retomada en los siguientes programas hasta 1929. Los contenidos se dividieron en tres secciones: 1) introducción, 2) antropología zoofísica y 3) antropología phylofísica. En esta perspectiva, Lehmann-Nitsche amplió los contenidos del año anterior con la parte zoofísica y las primeras clases se enfocaron en el examen de los órganos rudimentarios y atávicos presentes en el cuerpo humano, su definición y valor para la historia filogenética. Mientras que el resto del programa, al igual que el de 1905, se enfocó en a) los caracteres somáticos a partir de los cuales se podían distinguir las variedades humanas y b) los sistemas de clasificación propuestos en el pasado y en el presente, aunque desde una perspectiva más general.

En 1907 la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales (FCEFyN) de la UBA estableció que los estudiantes de quinto año debían asistir de manera obligatoria al curso de antropología dictado en la FFyL y rendir el correspondiente examen final. Mientras que los nuevos asistentes contaban con amplios conocimientos en ciencias naturales, los de la FFyL carecían de muchos de los conceptos básicos. Por lo tanto, podría afirmarse que el nuevo programa pretendió constituirse en un punto intermedio entre ambos. El 26 de agosto de 1908 se nombró como profesor suplente de la materia a Félix Faustino Outes (1878-1939), quien dictó cursos complementarios en 1909, 1910, 1911 y 1917. Según Lehmann-Nitsche (1921), también alentó a algunos estudiantes a profundizar sus inclinaciones hacia la antropología y optar por el título de doctor con una tesis en esta especialidad. [37]

En 1913, según la reforma resuelta el 5 de noviembre de 1912, la FFyL reorganizó el plan de estudios y estableció tres únicas secciones: Filosofía, Letras e Historia. En este nuevo marco, todas las cátedras fueron reorganizadas y los profesores titulares debieron reajustar los contenidos de los programas en función de la sección a la cual fueron asignados. La cátedra de antropología quedó integrada a la sección Historia y se convirtió en una materia obligatoria de primer año. Tal cambio se realizó sin previa consulta a Lehmann-Nitsche, quien mostró cierto malestar al respecto y lo obligó a “tratar la materia más bien bajo el punto de vista del historiador” (Lehmann-Nitsche, 1921: 444. La cursiva es original). Vale señalar que, un año antes de esta reforma, el catedrático había incorporado al programa una introducción de carácter histórico, en tanto indispensable “para la enseñanza más eficaz de la antropología”. [38] El programa de 1912 sirvió, entonces, de base para el de 1913 y se ajustó a los nuevos objetivos de la facultad. [39] En este contexto, la parte dedicada a la biología general fue incorporada a la introducción y el programa del curso se estructuró de la siguiente manera: 1) Definiciones, introducción histórica y biología general; 2) Antropología física general; y 3) Antropología física especial.

Mientras tanto continuaba la vigencia de la ordenanza que obligaba a los alumnos de quinto y último año de la FCEFyN a tomar el curso de antropología. En consecuencia, las dificultades se ampliaron, ya que no sólo el acervo de conocimientos era diferente en cada caso, sino que la diferente etapa de la carrera en la que se encontraban los alumnos de cada una de las facultades (primer año en el caso de la FFyL y quinto/último año en la FCEFyN) profundizaba la brecha entre unos y otros. En 1914 fueron excluidos del programa los elementos y conceptos básicos de biología, centrándose exclusivamente en la antropología y ampliándose los contenidos con una parte dedicada a la antropología psíquica, en la cual se abordó por primera vez la etnología y el folklore. [40] Tal reforma fue posible gracias a la creación de la cátedra de biología a cargo del médico alemán Christfried Jakob (1866-1956), integrada como nueva materia de la sección de Filosofía. En consecuencia el programa quedó reducido a sólo tres partes: 1) Definiciones e introducción histórica; 2) Antropología física; y 3) Antropología psíquica. En esta última se abordaron los siguientes temas:

Introducción histórica. Definiciones antiguas y modernas. Etnología y folklore; posición especial de la sociología. División de las materias.
Etnología general. Ideas anticuadas. Los “pensamientos elementales” de Bastian. Las tendencias modernas: zonas de cultura. La división en cuatro grupos psíquicos, según Wundt: la época de los primitivos, la época helenística, la época de los héroes y dioses, la época de la humanidad.
Etnología especial, en capítulos elegidos y con referencia a las ideas recién expuestas.
Conclusiones generales: correlación entre los caracteres somáticos y psíquicos; importancia esencial de los últimos cuando se trata del género humano. [41]

Una particularidad de todos los programas es que no especifican las referencias bibliográficas en las que se apoyó el tratamiento de cada uno de los temas. Si bien la lectura del conjunto de los programas permite formular algunas conjeturas, en gran parte de los casos resulta imposible saber cuáles fueron los textos claves de la materia, si Lehmann-Nitsche incorporó publicaciones propias a sus clases, etc. Si bien podría suponerse que esto sucedió y que relató algunas de sus experiencias en el campo, a la fecha no existe documentación que permita corroborarlo. Los programas de los tres años siguientes (1915, 1916 y 1917) se repitieron. [42] A partir de 1918, por indicación de Lafone Quevedo, consejero de la FFyL, se eliminó la parte dedicada a la antropología psíquica –y con ella los temas vinculados al folklore y la etnología– y se la sustituyó por la antropología física especial abordada en programas anteriores. [43] De esta manera el programa para este año quedó conformado por: 1) Definiciones e introducción histórica de la antropología física; 2) Antropología física general; y 3) Antropología física especial. [44] Dicha configuración se mantuvo vigente hasta 1929 y durante este período los contenidos o bien se modificaron mínimamente o simplemente fueron reordenados. [45]

Como se mostró, algunos de los cambios en los programas del curso de antropología fueron resultado de la creación de nuevas cátedras, de la reorganización de los planes de estudio o de requerimientos y/o sugerencias de los consejeros de la FFyL, mientras que otros obedecieron al propio impulso de Lehmann-Nitsche. El análisis del conjunto de los programas evidencia que no variaron demasiado ni sufrieron modificaciones sustanciales a lo largo de los años. Ballestero y Sardi (2016) sostienen que esto sería sintomático de la falta de interés de Lehmann-Nitsche por la enseñanza. Lejos de esta interpretación, considero que la repetición de los contenidos podría deberse a una estabilización de los temas y a la necesidad de crear un programa sistemático en la materia. [46] En palabras de Buchbinder (1997), “[l]os intentos de crear un programa sistemático de estudios en Antropología y Arqueología y de contribuir a la formación de especialistas en estas disciplinas, da cuenta en cierta manera de la aspiración a otorgar un firme y claro estatus científico a una actividad practicada anteriormente con un carácter casi amateur”.

También es importante destacar que, con el paso de los años, los intereses y publicaciones de Lehmann-Nitsche fueron virando hacia una dirección más humanística, centrada en los estudios folklóricos y mitológicos. La merma en su interés por la investigación en antropología física a partir de 1910, aproximadamente, no implicó el abandono definitivo de ésta, sino más bien su desplazamiento de la investigación hacia la cátedra universitaria. Temas como el folklore se expresaron en los programas del curso de antropología durante un muy breve período, de 1914 a 1917 inclusive. Desde una perspectiva actual, podría resultar llamativo que Lehmann-Nitsche no explicitara (o justificara) por qué mantuvo contenidos propios de la antropología física, incluso cuando ésta representaba una parte cada vez menos importante de sus investigaciones. Lo cierto es que en ninguno de sus textos –ni siquiera en la correspondencia que acompañó a los programas de los cursos de antropología– Lehmann-Nitsche se refirió a esta cuestión. Por el momento sólo podemos afirmar que la antropología física mantuvo para el antropólogo una centralidad clave como núcleo básico de la formación de las jóvenes generaciones de estudiantes, tal como se evidencia a partir del examen de los programas de la cátedra. Centralidad que la propia FFyL también parece haber querido mantener, lo que se interpreta de la solicitud de Lafone Quevedo de excluir a partir de 1918 la parte dedicada a la antropología psíquica y, por lo tanto, los puntos vinculados al folklore y la etnología.

Pese a los más de veinte años transcurridos desde la oficialización de la cátedra, la asignatura siempre mantuvo su carácter introductorio, enfocado en la trasmisión de nociones elementales de antropología física. En palabras de Lehmann-Nitsche:

Habrá sido criticado, a veces, nuestro proceder en la enseñanza, como “demasiado elemental”; no siendo posible satisfacer a todas las exigencias, prefiero este reproche al opuesto: que la enseñanza es demasiado elevada e incomprensible para la mayoría de los asistentes. Puedo asegurar que siempre he buscado seguir un prudente camino medio: in mediis virtus! (Lehmann-Nitsche, 1921: 446. La cursiva es original)

De las clases a la compra de materiales didácticos y las primeras tesis de antropología

El centro de estudiantes de la FFyL, a través de su Boletín, publicó las clases de Lehmann-Nitsche por lo menos durante los primeros años. Los apuntes fueron tomados y editados por Juliana Dillenius, quien en ese momento era todavía estudiante. [47] Con respecto a la compra de materiales didácticos, la primera solicitud elevada por Lehmann-Nitsche al decano data de 1906. Se trató de un pedido de instrumentos antropométricos y otros elementos considerados por el profesor como indispensables para la enseñanza antropológica: tablas cromáticas para determinar color del iris y del cutis, paralelógrafo, fotografías para las proyecciones, marcos con vidrio movible para demostración de láminas. Como parte del pedido se adjuntó un listado de cada uno de los objetos requeridos, especificando modelo y valor. [48] Es importante destacar que, dado el carácter introductorio del curso de antropología, la incorporación de este tipo de elementos de estudio e investigación posibilitó que los alumnos se pusieran en contacto, quizás por primera vez, con dispositivos constitutivos de la práctica antropológica física.

Al año siguiente, el antropólogo requirió la compra de un cuadro que representara las capas de la tierra y sus respectivas faunas, [49] mientras que en 1908 pidió un esqueleto humano que le había sido prestado por la Casa Lutz y Schultz, cuyo costo era de 168 pesos nacionales. [50] En ninguno de los documentos analizados se refiere al origen de los restos humanos ni cómo fueron obtenidos por sus vendedores. Ya en 1909, Lehmann‑Nitsche solicitó la compra de nuevos aparatos antropológicos no sólo para poder realizar las demostraciones de la cátedra, sino también para facilitar los trabajos de investigación de los estudiantes. Específicamente, requirió “un instrumento antropológico de Martin, una tabla para la determinación del color de los ojos de Martin, una tabla para la determinación del color de la piel del profesor von Felix Luschan, un soporte de metal, un paralelógrafo y soporte para la medición de los huesos largos y una tabla para la determinación del color del cabello del profesor Fischer”, que costaban 251 francos. [51] Respecto de las prácticas, éstas se realizaban en el Museo Etnográfico de Buenos Aires, donde se disponía de espacios adecuados. [52] Asimismo, el antropólogo realizó varias solicitudes a la biblioteca de la FFyL, en las que explicitó las obras que requerían los estudiantes de su cátedra. Incluso ofreció traer del extranjero aquellos libros que no se encontraban en el país. [53]

La obtención del título de doctor era resultado de la aprobación de una tesis sobre cualquiera de los temas examinados en las materias que formaban parte del plan de estudios de la FFyL. A su vez, las tesis debían circunscribirse a alguno de los ejes que anualmente cada catedrático presentaba a la facultad. En cuanto a su aprobación, ésta era determinada por una comisión especial, presidida por la máxima autoridad de la FFyL. Solo una vez superada esta instancia, el alumno podía proseguir con una lección oral en la que presentaba y defendía la investigación realizada. La realización de la tesis doctoral era la máxima expresión del espíritu científico que la casa de estudio buscaba inculcar en sus estudiantes. De hecho, Lehmann-Nitsche destacaba su propio valor como profesor, al considerar que había “animado a algunos jóvenes para que dedicaran su interés a la antropología, cuando pensaban hacer sus tesis para optar al título de doctor” (Lehmann-Nitsche, 1921: 447).

En la UBA dirigió –o apadrinó, en sus propios términos– un total de tres tesistas. [54] El primero fue Fernando Thibon, único estudiante de la FCEFyN que se conoce que haya dirigido. La investigación –aprobada en 1907 y titulada “La región mastoidea de los cráneos calchaquíes”– fue publicada en los Anales del Museo Nacional de Buenos Aires (1908) y se basó en el estudio de cien cráneos conservados en el Museo Etnográfico y el Museo Nacional. Lehmann-Nitsche no pudo ser parte de la mesa examinadora que evaluó la lección del tesista, ya que no era profesor de tal casa de estudios. [55] No obstante, esto no fue un impedimento para que apadrinara al estudiante durante el desarrollo de su investigación. Su segunda tesista fue Juliana Dillenius, quien en 1911 se convirtió en la primera mujer de América que obtuvo un título de doctorado con una tesis en antropología, en este caso por la FFyL. La investigación de Dillenius versó sobre la craneometría comparada de los antiguos habitantes de La Isla y del Pukará de Tilcara de la provincia de Jujuy (Argentina). Como muestra Ramundo (2019), su trabajo tuvo gran impacto a nivel internacional y la tesis fue publicada por la Universidad de Buenos Aires en distintas ediciones especiales. Finalmente, en 1920, Santiago Peralta se doctoró en el marco de sus estudios en la FFyL con un trabajo final sobre la talla de los conscriptos argentinos. Unas semanas después de la obtención de este prestigioso título, le escribió a Lehmann-Nitsche:

Salgo de la Facultad, con una alegría inmensa, no tanto por el título obtenido, cuánto por haber podido conocer al sabio que muchas veces admiré, y que hoy me honra con su amistad.
Doctor: Me he formado a su lado, y al agradecerle todo cuánto por mí hizo, le ruego me siga teniendo de alumno, pues mi suprema ilusión, es seguir sus huellas en el camino de la ciencia.
Quedo como siempre a sus órdenes, y cuénteme como el más humilde de sus amigos. [56]

El papel de Lehmann-Nitsche en la enseñanza de la antropología argentina ha pasado desapercibido y sus aportes a este espacio han sido poco abordados. [57] Otros aspectos de su vida y obra han sido foco de mayor interés, incluso en las últimas décadas como se mostró al inicio de este artículo. A modo de hipótesis podría sostenerse que sus contribuciones al espacio de la enseñanza a nivel universitario fueron desestimadas frente a sus controversiales actuaciones y posicionamiento político-ideológico, temas examinados en otras publicaciones (Dávila, 2015a; 2017; 2020). Entre los pocos trabajos que han abordado la relación de Lehmann-Nitsche con la enseñanza se encuentra un artículo reciente de Diego Ballestero y Marina Sardi (2016). Empero, los autores restan mérito a los aportes del antropólogo a este campo al asumir que “[d]esde sus comienzos al frente de la misma [la cátedra de antropología] no mostrará un denotado interés por la formación y la instrucción práctica de sus alumnos” (Ballestero y Sardi, 2016: 108). Sostienen en apoyo a esta interpretación que los cursos de antropología de Lehmann‑Nitsche tenían poca asistencia y que “la primera tesis de antropología física fuera dirigida por Félix Outes (1878-1939), profesor suplente de la catedra de antropología”. En cuanto a la primera parte del argumento, los autores no aportan datos que permitan probar tal interpretación. Asimismo, incluso asumiendo que el número de alumnos pudiera haber sido bajo, es importante destacar que los cursos de antropología que dictaba Lehmann-Nitsche eran obligatorios, tanto para los estudiantes de la FFyL (de primer y tercer año, según el plan de estudios) como para los de la FCEFyN (de quinto año) de la UBA. La poca matrícula estudiantil era un problema propio de la FFyL, sin distinción de asignaturas. Como muestra Buchbinder (1997), esto era consecuencia de la incertidumbre generada respecto de la salida laboral al finalizar la formación en la FFyL, en comparación con las expectativas económicas más prósperas que ofrecían carreras tradicionales como derecho y medicina. En esta perspectiva, la apertura de los primeros cursos libres dictados por Lehmann-Nitsche y el consecuente éxito de la convocatoria, con auditorios repletos de personas –como expresan algunos periódicos de la época– [58] sumado a la creación de una cátedra de antropología en 1905, podrían ser considerados en conjunto como una forma de atraer a nuevos estudiantes interesados en la antropología y ampliar, así, la matrícula de la facultad. En cuanto a la segunda parte de la argumentación, la documentación analizada anteriormente evidencia que, efectivamente, la primera tesis de antropología de la UBA fue dirigida por Lehmann‑Nitsche, y no por Outes.

Ballestero y Sardi (2016) también refieren al supuesto desinterés de Lehmann-Nitsche por introducir a sus discípulos en espacios académicos e institucionales. Por un lado, es importante señalar que los puestos rentados para antropólogos eran escasos y posiblemente eran también pocos los estudiantes de la FFyL que podían darse el lujo de dedicarse de forma exclusiva a la vida científico-académica sin una retribución económica a cambio. Es más importante aún reconocer que esta situación no puede reducirse a actitudes individuales, en este caso a las de Lehmann-Nitsche como sugieren los autores. La dificultad de retener a los estudiantes graduados se constituyó en uno de los problemas institucionales que enfrentó tanto la UBA como la Universidad Nacional de La Plata (UNLP). [59] Como muestran Susana García e Irina Podgorny (2005), este fue uno de los elementos que dificultó justamente el establecimiento de una tradición o genealogía de maestros y discípulos, conflicto que llevó muchos años poder resolver.

Reflexiones finales: la enseñanza de la antropología en la retrospectiva de Lehmann-Nitsche

Luego de su jubilación del cargo de jefe de la sección antropológica del Instituto del Museo [60] –notificada el 9 de noviembre de 1929 por el presidente de la UNLP, Ramón G. Loyarte– Lehmann-Nitsche puso fin a su etapa como docente universitario. Al finalizar los exámenes, el antropólogo comunicó formalmente su renuncia a la que hubiese sido la primera cátedra de antropología del país:

Tengo el agrado de dirigirme al Señor Decano con objeto de presentarle la renuncia de la cátedra de Antropología a mi cargo desde el 11 de Septiembre de 1905, por haberme acogido a los beneficios de la Jubilación [sic].
Deseando prosperidad a esta casa de estudios [Facultad de Filosofía y Letras] a la que he dedicado buenos años de mi vida docente, saludo al Señor Decano con mi más distinguida consideración, rogándole quiera ser intérprete de mis saludos para los demás Consejeros y Profesores de la casa. [61]

A partir de 1930 la cátedra fue sucedida por Outes, quien había sido profesor suplente por más de 20 años. Lehmann-Nitsche continuó destacando su trayectoria en Argentina como investigador y profesor universitario. En este marco, en 1933 publicó “Investigaciones alemanas del dominio del americanismo” en el que se enfocó en la situación de los estudios americanistas en el contexto alemán de la época, así como en el valor de la enseñanza de la antropología. [62] No se abordará en esta ocasión el carácter político-ideológico de esta obra, analizada en profundidad recientemente (Dávila, 2020). Sin embargo, no se puede dejar de señalar que formó parte de una edición especial de la revista Zeitschrift für Politik, titulada Ibero-América y Alemania. Obra colectiva sobre las relaciones amistosas, desarme e igualdad de derechos, que apoyaba explícitamente los ideales del Partido Nacionalsocialista y la tesis de igualdad de derechos. En cuanto a la enseñanza, Lehmann-Nitsche afirmó:

Estribando en la experiencia hecha en dos Universidades [sic] extranjeras, únicamente la verdadera enseñanza científica es capaz de satisfacer dos exigencias, a saber: de proteger al explorador e investigador de una especialización exagerada, recordándole constantemente las grandes relaciones de dependencia que existen dentro de lo que forma parte de su asignatura y de obligarle a examinar su dominio especial desde otros puntos de vista, a fin de abrazarlo todo completamente y poderlo juzgar críticamente. Por otra parte, si el profesor tiene las facultades para ello, el estudiante se encontrará así en situación de dejarse introducir de manera verdaderamente ideal en un dominio que comprende aún numerosos problemas no solucionados de la historia de la humanidad (Lehmann-Nitsche, 1933: 251).

La experiencia de Lehmann-Nitsche durante más de treinta años en Argentina era destacada por él mismo y presentada como modelo de la práctica científico-académica. [63] En su perspectiva, a partir de la enseñanza desde la cátedra se podría:

… exponer los conocimientos de una manera clara y concisa, a fin de preparar las jóvenes generaciones, que de este modo, a base de lo que coleccionaron y apuntaron sus antecesores, podrían trabajar mucho más fácilmente y no tendrían que buscar y empezar por las cosas más elementales (Lehmann-Nitsche, 1933: 249).

En 1933, Lehmann-Nitsche fue nombrado miembro honorario de la FFyL y, en carta con fecha del 18 de octubre, agradeció la distinción y afirmó desear que “la ilustre casa argentina de estudios siga su rumbo en bien de la ciencia y de la patria!”. [64] En 1934, la revista Caras y Caretas publicó una nota sobre el homenaje a Lehmann-Nitsche y a otros profesores de la FFyL, a los que reconoció como “Maestros con mayúscula que, desde la humilde majestad de sus cátedras, contribuyeron a levantar la cultura nacional hasta el nivel de las cumbres más altas” (ver figura 5). [65] De esta manera, y en los últimos años de vida, el antropólogo fue reconocido públicamente por la FFyL de la UBA, la misma que en 1905 oficializó la primera cátedra de antropología del país y se posicionó, con Lehmann-Nitsche como profesor titular de la materia, a la vanguardia de la enseñanza universitaria de la antropología a nivel internacional.

Fig. 5
El homenaje según la prensa
Fuente: Caras y Caretas (Buenos Aires), 1934

Agradecimientos

Un agradecimiento especial a Christine Laurière por los enriquecedores intercambios desde antes de que comenzara la pandemia, por sus palabras y generosidad. A Bérose encyclopédie internationale des histoires de l’anthropologie por la oportunidad de compartir este artículo sobre algunos de los aspectos menos conocidos de la trayectoria de Robert Lehmann-Nitsche. Al Equipo de Investigación UBACyT 593 BA dirigido por la Dra. Cecilia Hidalgo. A ella mi gratitud por su apoyo incondicional y su constante aliento. Por último, una mención a los archivos consultados: Archivo General de la Facultad de Filosofía y Letras (AGFFyL), Archivo Histórico del Museo La Plata (AHMLP), Centro de Documentación de la Inmigración de Habla Alemana en la Argentina (Centro DIHA) y al Instituto Ibero-Americano de Berlín-Legado Robert Lehmann-Nitsche (IAI-LRLN).

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[1Llama la atención el trabajo de Teruggi (1997) que, pese a su actualidad, responde a un tipo de relato similar al de las primeras biografías sobre Robert Lehmann-Nitsche, tendientes a ver un sabio en la figura del antropólogo, obviando mostar tensiones vinculadas a su actuación u obra.

[2Este trabajo fue realizado según el propio Torre Revello (1945) con el aporte de Juliana Dillenius, quien puso a disposición de éste la biografía que ella misma redactó sobre su difunto esposo, Lehmann-Nitsche.

[3Juliane Dillenius nació en Buenos Aires (Argentina) en una familia de inmigrantes alemanes. Fue la primera mujer que obtuvo en América, en 1911, el título de doctora con una tesis sobre antropología física, dirigida por Robert Lehmann-Nitsche. Durante su época de estudiante se desempeñó como asistente de la sección de antropología del Museo Etnográfico de Buenos Aires, dirigido por el reconocido Juan B. Ambrosetti, y colaboró con algunos de sus profesores. Desde muy temprano se incorporó a las redes científicas y dialogó con estudiosos de reconocida trayectoria internacional entre los que se destacan, además de los ya mencionados, los nombres de Samuel Lafone Quevedo, Félix Outes, Ernesto Quesada, Paul Rivet, Eric Boman, entre otros. En 1913 contrajo matrimonio en Alemania con Lehmann-Nitsche, con quien tuvo cinco hijos. A partir de esta fecha parece retirarse en gran medida de la escena académica. No obstante, el análisis de la correspondencia conservada en el Museo de La Plata podría evidenciar que colaboró con su esposo hasta sus últimos días. Por muchos años su figura y el impacto de su obra fueron invisibilizados, tal como ocurrió con otras científicas argentinas. Se destacan especialmente los trabajos de Arenas (1991) y Ramundo (2019, 2020), quienes han analizado y visibilizado su papel con relación a la formación, institucionalización y consolidación de la antropología argentina.

[4Carta de Juliana Dillenius a Joaquín Frenguelli –director del Museo de la Plata– Berlín, 28 de marzo de 1939, Archivo Histórico del Museo La Plata (AHMLP)

[5Dicha distinción fue difundida en los siguientes periódicos de Caracas: Gaceta Oficial –11 de mayo de 1912– y El Universal –12 de mayo de 1912.

[6Carta de Adolf Doering –presidente de la Academia Nacional de Ciencias– a Robert Lehmann-Nitsche, Córdoba, 18 de septiembre de 1915 y respuesta de Robert Lehmann-Nitsche, La Plata, 23 de septiembre de 1915, Instituto Ibero-Americano de Berlín-Legado Robert Lehmann-Nitsche (IAI-LRLN), Carpeta N-0070 b 158.

[7IAI-LRLN, Carpeta N-0070 b 1031.

[8Roberto Lehmann-Nitsche: In memoriam, escrito por Juliana Dillenius y enviado a Joaquín Frenguelli –director del Museo de la Plata–, Berlín, 7 de octubre de 1939, AHMLP

[9Este viaje fue costeado por el propio Lehmann-Nitsche. Biografía de Robert Lehmann-Nitsche remitida al Museo de La Plata por Juliana Dillenius, Berlín, 7 de octubre de 1938. AHMLP, Carpeta N° 44, 1939-1941, H-K-L, Nº de orden 23, Letra L y Exp. 8.

La fotografía original (figura 2) –conservada en el IAI-LRLN– fue posteriormente reproducida en formato postal, editada y comercializada por Roberto Rosauer.

[10Para un mayor desarrollo sobre este tema y el silencio de Lehmann-Nitsche en torno a la masacre, véase Chico y Fernández (2005), Chico (2016) y Dávila (2015a, 2017).

[11En noviembre de 1899 viajó por su cuenta a Ramallo y Alvear, junto con Santiago Roth y Carl Burckhardt, donde relevaron una serie de pruebas sobre “el hombre fósil de la formación pampeana”. Publicado recién en 1907, este texto puede ser considerado como el primer trabajo que recopiló colaboraciones de estudiosos de distintas áreas temáticas (Podgorny, 2007). Por esta obra, la Sociedad Antropológica de París le otorgó en 1910 el premio Broca.

[12En cuanto a los hospicios, Lehmann-Nitsche asistió al psiquiátrico Melchor Romero donde observó, midió y fotografío a una joven aché, apodada por sus apropiadores como Damiana. Para un mayor desarrollo sobre este caso ver Arenas y Pinedo (2005); Dávila (2011); Fernández Mouján (2015).

[13En 1923, con el seudónimo de Víctor Borde, Lehmann-Nitsche publicó en Leipzig Texte aus den La Plata-Gebieten in volkstümlichem Spanisch und Rotwelsch. Nach dem Wieneer handschriftlichen Material zusammengestellt, más conocido como Textos eróticos del Río de la Plata por su versión en español editada recién en 1981. El libro estaba dedicado al folklore erótico, escatológico –en referencia a las inscripciones realizadas en los baños públicos-, tabernario y pornográfico principalmente de Buenos Aires.

[14Carta de José Podestá a Robert Lehmann-Nitsche, Buenos Aires, 25 de noviembre de 1916, IAI-LRLN, Carpeta N-0070 b 549.

[15Carta de Ramón A. Laval a Robert Lehmann-Nitsche, Santiago de Chile, 31 de mayo de 1913, IAI-LRLN, Carpeta N-0070 b 414.

[16Carta de Lucas Bridges a Robert Lehmann-Nitsche, Buenos Aires, 21 de septiembre de 1902, IAI-LRLN, Carpeta N-0070 b 56.

[17Carta de Cuellar Fernández a Robert Lehmann-Nitsche, Paraná, 28 de junio y 16 de julio de 1903, IAI-LRLN, Carpeta N-0070 b 137. Carta de Clemente Onelli a Robert Lehmann-Nitsche, sin lugar, 14 de octubre de 1921, IAI-LRLN, Carpeta N-0070 b 508.

[18La solicitada de Lehmann-Nitsche fue publicada el 22 de julio de 1903, en el número 1326 de la edición semanal del periódico Argentinisches Taglebatt, nombrada como Argentinisches Wochenblatt.

[19“Ordenanza de la Facultad de Filosofía y Letras. Plan de Estudios sancionado el 27 de Mayo de 1896’, Anales de la Universidad de Buenos Aires, Tomo XI, pp. 113-114.

[20Como sostiene Buchbinder (1997), la relevancia dada a la antropología por la FFyL se continuó reforzando en los años, incluso con la creación en 1904 del Museo Etnográfico de Buenos Aires.

[21Poco tiempo después, la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales (FCEFyN) de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y la Facultad de Ciencias Naturales (FCN) de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) también incluyeron a la asignatura de antropología en su enseñanza universitaria. Para un desarrollo sobre el estatus de la antropología a nivel universitario en distintas partes del mundo, véase Massin (1996); García (2010a; 2010b); Dávila (2017), entre otros.

[22Carta de Rodolfo Rivarola a Robert Lehmann-Nitsche, Buenos Aires, 29 de octubre de 1902, IAI-LRLN, Carpeta N-0070b 1033.

[23Carta de Robert Lehmann-Nitsche a Miguel Cané, La Plata, 10 de julio de 1903, Archivo General de la Facultad de Filosofía y Letras (AGFFyL), Caja B-4-3, Carpeta 45. El resaltado es mío.

[24Véase el diario La Prensa, con fecha del 15 de octubre de 1903, p. 9; 22 de octubre de 1903, p. 7; 7 de noviembre de 1903, p. 7, entre otros.

[25Caras y Caretas, 3 de octubre de 1903, Año VI, Nº 261, s/p.

[26En Das System der anthropologischen Disciplinen, Centralblatt für Anthropologie, Ethnologie und Urgeschichte, 1897, 2: 97-102.

[27La postal original con la correspondiente inscripción se conserva en el IAI-LRLN, Carpeta N-0070 s 31.

[28Solicitud de Miguel Cané a Robert Lehmann-Nitsche, Buenos Aires, 28 de noviembre de 1903, IAI-LRLN, Carpeta N-0070 b 1033.

[29Miguel Cané. “Discurso Del Decano Cesante Doctor Miguel Cané en el acto de trasmisión del decanato.” Revista de La Universidad de Buenos Aires, Vol. I , Nº 1 (Buenos Aires, 1904), p. 194.

[30Según Lehmann-Nitsche, el término paleoantropología debía reservarse a los estudios antropológicos de la época terciaria y cuaternaria.

[31Diario La Prensa, 9 de mayo de 1904, p. 5.

[32Programa del curso libre de paleoantropología, FFyL-UBA, 1904, AGFFyL, Caja B-2-7, Carpeta 83.

[33Dichas interrupciones se debieron en general a pedidos de licencias por viajes al campo o congresos científicos. Así lo hizo por ejemplo en 1906, cuando partió rumbo al ingenio La Esperanza. Pedido de licencia de Robert Lehmann-Nitsche a José Nicolás Matienzo –decano de la FFyL-, La Plata, 15 de julio de 1906, AGFFyL, Caja B-3-11, Carpeta 51.

[34Para un mayor desarrollo, véase Dávila (2017).

[35Programa del curso de antropología dictado en la FFyL de la UBA por Robert Lehmann-Nitsche, Buenos Aires, 1905, AGFFyL, Caja B-2-8, Carpeta 13.

[36Vale destacar que era obligación de los profesores titulares informar previamente y por escrito a la facultad sobre los mismos, con el propósito que fueran examinados previamente por la comisión de enseñanza. Una vez aprobados podían ser comunicados a los alumnos. Propuesta de temas de examen y tesis de antropología, comunicado de Robert Lehmann-Nitsche a José Nicolás Matienzo –decano de la FFyL–, Buenos Aires, 28 de noviembre de 1905 y su aprobación, Buenos Aires, 1905, AGFFyL, Caja B-2-8, Carpeta 14.

[37En 1909, Carlos A. Marelli –estudiante de la FCEFyN– obtuvo el título de Doctor en Ciencias Naturales. La tesis titulada “La complicación y sinóstosis de las suturas del cráneo cerebral de los primitivos habitantes de la República Argentina” fue dirigida por Outes y posteriormente publicada en la Revista del Museo de La Plata.

[38Programa del curso de antropología, FFyL, 1912, AGFFyL, Caja B-2-11, Carpeta 63.

[39Programas del curso de antropología, FFyL, 1913, AGFFyL, Caja B-2-12, Carpeta 15.

[40Programas del curso de antropología, FFyL, 1914, AGFFyL, Caja B-2-12, Carpeta 66.

[41Programas del curso de antropología, FFyL, 1914, AGFFyL, Caja B-2-12, Carpeta 66.

[42Programas del curso de antropología, FFyL, 1915 a 1917, AGFFyL, Caja B-2-13, Carpeta 22 y 61; Caja B-2-15, Carpeta 26.

[43Comunicación de Robert Lehmann-Nitsche a Rodolfo Rivarola –decano de la FFyL- Buenos Aires, marzo de 1918, AGFFyL, Caja B-2-14, Carpeta 74.

[44Programas del curso de antropología, FFyL, 1918, AGFFyL, Caja B-2-14, Carpeta 74.

[45Programas del curso de antropología, FFyL, 1919 a 1929, AGFFyL, Caja B-2-14, Carpeta 74. Caja B-2-15 Carpeta 15, 49 y 78; Caja B- 2-16, Carpeta 45 y 50; Caja B-3-1, Carpeta 5; B-3-2, Carpeta 17, 84 y 85; Caja B-3-3, Carpeta 3 y 49.

[46Los temas de examen final y tesis tampoco cambiaron radicalmente a lo largo de los años.

[47Véase, por ejemplo, Juliana Dillenius (1908; 1909).

[48Pedido de compra, Buenos Aires, 3 de mayo de 1906, AGFFyL, Caja B-3-11, Carpeta 45.

[49Pedido de licencia de Robert Lehmann-Nitsche a José Nicolás Matienzo –decano de la FFyL–, Buenos Aires, 4 de septiembre de 1907, AGFFyL, Caja B-3-11, Carpeta 45.

[50Solicitud de compra de Robert Lehmann-Nitsche a José Nicolás Matienzo –decano de la FFyL–, Buenos Aires, 8 de junio de 1908, AGFFyL, Caja B-2-12, Carpeta 12.

[51Solicitud de compra de Robert Lehmann-Nitsche a José Nicolás Matienzo –decano de la FFyL–, Buenos Aires, 22 de julio de 1909, AGFFyL, Caja B-3-12, Carpeta 82.

[52El Museo Etnográfico se convirtió en un espacio privilegiado para los alumnoss de la FFyL, donde podían iniciarse en la investigación, en contacto con algunos de los estudiosos más importantes de la época.

[53Solicitud de Rómulo Carbia –director de la biblioteca de la FFyL– a Robert Lehmann-Nitsche, Buenos Aires, 14 de febrero de 1924, IAI-LRLN, Carpeta N-0070 b 1033.

[54Lehmann-Nitsche también dirigió la tesis de Teodoro de Urquiza, quien obtuvo el título de Doctor en Ciencias Naturales por la Universidad Nacional de La Plata en 1912. Vale destacar que, el 7 de febrero de 1906 ,el primero fue nombrado profesor titular de antropología en esta casa de estudios, donde llevó adelante el mismo plan de estudios de la FFyL (Lehmann-Nitsche, 1921; Dávila, 2018b).

[55Carta de Fermando Thibon a Robert Lehmann-Nitsche, Buenos Aires, 9 de noviembre de 1907, IAI-LRLN, Carpeta N-0070 b 699.

[56Carta de Santiago Peralta a Robert Lehmann-Nitsche, Marcos Paz, 17 de julio de 1920, IAI-LRLN, Carpeta N-0070 b 538.

[57Para un mayor desarrollo sobre los aportes de Lehmann-Nitsche en la UNLP véase Dávila (2018b).

[58Véase el diario La Prensa, con fecha del 15 de octubre de 1903, p. 9; 22 de octubre de 1903, p. 7; 7 de noviembre de 1903, p. 7, entre otros. Caras y Caretas, 3 de octubre de 1903, Año VI, Nº 261, s/p.

[59Para un mayor desarrollo sobre el caso de la UNLP véase García y Podgorny (2005).

[60Con la nacionalización de la Universidad de la Plata en 1906, el Museo de La Plata fue integrado a su estructura y adoptó el nombre de Instituto de Museo y Facultad de Ciencias Naturales. Actualmente lleva el nombre de Museo de la Plata y pertenece a la Facultad de Ciencias Naturales y Museo de la UNLP. Para más información sobre la institución, su pasado y presente, puede visitarse su página oficial https://www.museo.fcnym.unlp.edu.ar/museo.

[61Comunicado de Robert Lehmann-Nitsche a Emilio Ravignani, Buenos Aires, 1 de abril de 1930, AGFFyL, Caja B-4-1, Carpeta 30.

[62Vale señalar que una de las pocas, si no es la única, copia de esta obra conservada en el país se encuentra en el Centro de Documentación de la Inmigración de Habla Alemana en la Argentina (Centro DIHA).

[63Para un mayor desarrollo sobre este tema y la posición político-ideológica de Lehmann-Nitsche véase Dávila (2020).

[64Carta de Robert Lehmann-Nitsche al decano de la FFyL, Berlín, 18 de octubre de 1933, AGFFyL, Caja B-4-2, Carpeta 23.

[65Caras y Caretas (Buenos Aires), 11 de agosto de 1934, Nº 1871, p. 25.